31 ene 2016

La nueva eólica ya es más barata que la vieja nuclear

El resultado de la subasta eólica ha sido espectacular: toda la capacidad eólica ha sido adjudicada a precio cero, esto es, no cobrará prima, complemento ni subvención alguno. Los nuevos parques se limitarán a cobrar el precio del mercado mayorista de electricidad, el mismo que reciben las centrales de gas, carbón o nucleares. Eso sí, lo harán con un enorme balance de impactos sociales y medioambientales a su favor. Ni CO2, ni óxidos de nitrógeno, ni riesgo de accidente nuclear, ni basura radiactiva durante decenas de miles de años.

Es más, resulta que ninguna de las centrales convencionales cobra solo el precio del mercado: las sucesivas normas aprobadas durante los últimos 20 años las han agraciado con sutiles conceptos, ininteligibles para el común de los consumidores, tales como pagos por capacidad, restricciones técnicas, regulación secundaria, gestión de desvíos… que contribuyen a incrementar sustancialmente sus ingresos por encima del precio del mercado mayorista. No será así para la nueva eólica, que cobrará exclusivamente el precio mayorista. Sin aditivos.

¿A qué esperamos para exigir a nuestros políticos un plan acelerado de transición energética? Si la nueva eólica ya es más barata que la vieja nuclear incluso olvidando las enormes subvenciones que ésta requirió para su construcción, ¿a qué esperamos para dejar de hipotecar a los bisnietos de nuestros bisnietos con la basura nuclear que hoy generamos?